Nacido en el barrio madrileño de Vallecas a finales de los sesenta, Policarpo Díaz Arévalo empezó a boxear en la adolescencia para escapar de un duro entorno. Con solo dieciocho años se proclamó campeón de España profesional de los pesos ligeros, título que revalidó en siete ocasiones. Y, con la misma precocidad, en 1988 se hizo con el cinturón europeo, sin llegar a cederlo en otras ocho defensas.
Convertido en un fenómeno mediático, el que fue...