La presencia de la ciudadanía en las calles hizo que el sistema político tuviese que escuchar las demandas sociales. Sin embargo, las restricciones de nuestro régimen democrático, heredadas de la dictadura, sumadas a los escándalos de corrupción de la elite y a la creciente desconfianza de los chilenos con respecto a las instituciones que conducen y regulan la vida nacional, han construido un escenario donde reina la incertidumbre. En otras palabras, estamos frente a una intensa crisis aún en desarrollo.
Este libro propone ocho reflexiones sobre el nuevo escenario que vivimos en nuestro país y los posibles caminos que se podrían seguir, desde una perspectiva de izquierda y progresista. No es una colección de recetas mágicas para resolver los problemas. En rigor, es la invitación a la apertura de un debate imprescindible, el cual ya no puede ser resuelto entre cuatro paredes.
Quienes escriben representan el surgimiento de una nueva generación de dirigentes sociales y políticos, de intelectuales y activistas. Una diversidad de roles y puntos de vista vinculados por un hilo común: la necesidad de profundizar la democracia, la participación, la igualdad y la justicia social. Juntos, pero no revueltos.
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