Adrià Salas (Barcelona, 1985) es licenciado en periodismo aunque es más conocido por su faceta como cantante del grupo LA PEGATINA, del que está al frente desde hace veinte años y con el que acumula más de mil conciertos en 30 países. En los últimos años, su trabajo como compositor se ha extendido a otros artistas para los que ha escrito canciones, algunas con más éxito que otras, como «La Venda», canción que representó a Eurovisión en 2019.
Un año más tarde publicó Salsa, poemario bilingüe (catalán y castellano) en el que, entre otros recursos, juega con las palabras a la vez que analiza con cierta distancia los cambios sociales: algo que es muy común a toda su obra incluida Harakiri en AOVE.
Universo Salas: cápsulas sensibles de ironía millenial
Harakiri en AOVE (2024) es el episodio final de una trilogía que empezó con dos discos: Revancha en Bakú (2019) y Eclipse en Miura (2021). La obra de Adrià Salas, ya sea en el ámbito de la música, la poesía o en su vertiente periodística, se ha caracterizado por el análisis irónico de las inquietudes sociales actuales a partir de iluminadores juegos de palabras así como de reflexiones sintetizadas en aforismos o en cápsulas de sarcasmo millenial.
En Harakiri en AOVE repasa las nuevas formas de querer, de ser hombre, de relacionarse con lo digital, de mirar hacia adentro y también de ver la sexualidad. Juega sin miedo con las extensiones y la métrica, aunque también se atreve con unas décimas, donde incluso suena más libre.
Los seguidores de las fantásticas letras de sus canciones están llamados a sumergirse un poco más en el Universo Salas.
Harakiri en AOVE (2024) es el episodio final de una trilogía que empezó con dos discos: Revancha en Bakú (2019) y Eclipse en Miura (2021). La obra de Adrià Salas, ya sea en el ámbito de la música, la poesía o en su vertiente periodística, se ha caracterizado por el análisis irónico de las inquietudes sociales actuales a partir de iluminadores juegos de palabras así como de reflexiones sintetizadas en aforismos o en cápsulas de sarcasmo millenial.
En Harakiri en AOVE repasa las nuevas formas de querer, de ser hombre, de relacionarse con lo digital, de mirar hacia adentro y también de ver la sexualidad. Juega sin miedo con las extensiones y la métrica, aunque también se atreve con unas décimas, donde incluso suena más libre.
Los seguidores de las fantásticas letras de sus canciones están llamados a sumergirse un poco más en el Universo Salas.