Shan Sa ya ha vivido dos vidas.
Nacida en una China destruida por la Revolución Cultural, buscó refugio en el arte desde los siete años. Fue la poetisa más joven de su país.
A los diecisiete años deja Pekín para irse a París y se convierte, diez años más tarde, en una autora en lengua francesa reconocida y apreciada.
La puerta de la paz celeste, La jugadora de go, Las cuatro vidas del sauce, sus obras anteriores son diferentes etapas que llevan a Shan Sa al corazón de la China eterna en la que se desarrolla su mágica e inesperada narrativa.