Morten Storm siempre fue un yihadista poco convencional. Danés, pelirrojo y de metro ochenta y cinco de estatura, pasó su adolescencia metiéndose en líos con su banda de moteros y entrando y saliendo de la cárcel. Hasta que un día leyó un libro sobre Mahoma que le cautivó y se embarcó en una metamorfosis que lo llevaría a una escuela de yihadistas en Yemen, a llamar a su hijo Osama -en homenaje a Bin Laden- y a convertirse en amigo personal de Anuar al-Aulaki, el rostro más conocido de Al Qaeda en la península arábiga.
Durante diez años, Storm buscó darle sentido a su vida a través del salafismo más radical. Luego, tan rápido como había venido, su fe se diluyó y Morten se dejó seducir por los cantos de sirena de las agencias de espionaje más importantes del mundo, muy interesadas en su red de contactos. Así fue como acabó trabajando para los servicios secretos daneses, el MI5 y la CIA, en misiones de altos vuelos en las que durante cinco años se jugó la vida. Todas con un solo objetivo final: acabar con al-Aulaki.
Tras sumergirse en el mundo de Al Qaeda y vivir como un islamista radical durante diez años, se convirtió en agente doble al servicio de las agencias de inteligencia de Estados Unidos, Gran Bretaña y Dinamarca. Actualmente vive en paradero secreto.
Leer másEs analista de organizaciones terroristas en la cadena de noticias CNN y editor de Al Qaeda, una obra en cinco volúmenes que recoge textos esenciales sobre las redes terroristas.
Leer másHa trabajado para la cadena de noticias CNN y la BBC y cuenta con una amplia experiencia en Oriente Próximo y Medio Oriente. En la actualidad reside en España.
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